miércoles, 4 de mayo de 2011

Anecdotas

El dia que fui a hacer las fotos por el Molino del Zulema no me esperaba encontrar a nadie alli. Hay gente alrededor corriendo o paseando al perro,pero no es un lugar que se pueda decir este "ocupado".

La verdad al entrar se oia unmisterioso ruindo de golpes metalicos continuo y ritmico.Hasta que pasamos a una de las salas y vemos que hay dos hombres. ¿Que qué hacian? Pues picar en la tierra para llevarse la poca maquinaria que ya queda para venderla,ya que es de hierro macizo.


Asi que decidimos no pasar por el momento,ya que no sabiamos muy bien a quien nos ibamos a encontrar. Cuando de repente uno de los hombrecillos se acerca y se me queda mirando la camara de fotos con ojos golositos,y se pone a hablarnos en un rumano-español poco entendible.

Por lo que logue entender venia de Rumania para encontrar trabajo y tenia 57 años,tenia dos hijas y vivia por ahi cerca entre unos plasticos.Decia era periodista en su pais y que se llevaba dos trozos de hierro macizo que habia arrancado para venderlos y poder comer.

La verdad intentamos esquivarle lo mas que pudimos y contestar lo mas brevemente posible a lo que nos preguntaba.

La zona que precisamente mas me interesaba investigar no pude acceder por que estaba el otro rumano escarbando.

Es una pena,me hubiera gustado poder ver los restos de preciosa maquinaria oxidada que debia haber,aunque al ritmo al que va el expolio lo mismo al volver ya no quedan ni las vigas. Dias antes de ir a hacer las fotos habia maquinaria que cuando yo fui ya no estaba

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